jueves, 16 de febrero de 2012

HUMOR INFANTIL

Un amigo le dice a otro… - Oye, mi gato ha matado a tu perro - Pero cómo va a matar tu gato a mi perro. Si mi perro es un Doberman que mide dos metros. - Eso ya lo sé. Pero es que mi gato es el del coche de mi padre.

viernes, 30 de septiembre de 2011

EL HOMBRE IMAGINARIO, NICANOR PARRA


EL HOMBRE IMAGINARIO
Nicanor Parra


El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario
De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario

circundado de cerros imaginarios
Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario

domingo, 1 de mayo de 2011

DECORACION COUNTRY DORMITORIO NIÑAS




































La decoración tipo o estilo country para niñitas es una buena opción en el sitio

HOUSE THE HOME hay muchas ideas preciosas para que lo visiten y comprueben por ustedes mismas.

sábado, 23 de abril de 2011

PUNTO CRUZ INFANTIL














Un esquema fácil que no necesita mucha explicación, para aplicar a un chaleco para niño.

miércoles, 20 de abril de 2011

RICITOS DE ORO

Ricitos de Oro

Jonathan Langley

Una tarde, se fue Ricitos de Oro al bosque y se puso a recoger flores. Cerca de allí, había una cabaña muy linda, y como era una niña muy curiosa, se acerco hasta la puerta de la casita. Y empujó.
La puerta estaba abierta. Y vio una mesa.
Encima de la mesa había tres tazones con leche y miel. Uno, grande; otro, mediano; y otro, pequeñito. Ricitos de Oro tenía hambre, y probó la leche del tazón mayor. ¡Uf! ¡Está muy caliente!

Luego, probó del tazón mediano. ¡Uf! ¡Está muy caliente! Después, probó del tazón pequeñito, y le supo tan rica que se la tomó toda, toda.

Había también en la casita tres sillas azules: una silla era grande, otra silla era mediana, y otra silla era pequeñita. Ricitos de Oro fue a sentarse en la silla grande, pero esta era muy alta. Luego, fue a sentarse en la silla mediana. Pero era muy ancha. Entonces, se sentó en la silla pequeña, pero se dejó caer con tanta fuerza, que la rompió.
Entró en un cuarto que tenía tres camas. Una, era grande; otra mediana; y otra, pequeñita.
La niña se acostó en la cama grande, pero la encontró muy dura. Luego, se acostó en la cama mediana, pero también le pereció dura.
Después, se acostó, en la cama pequeña. Y ésta la encontró tan de su gusto, que Ricitos de Oro se quedó dormida.

Estando dormida Ricitos de Oro, llegaron los dueños de la casita, que era una familia de Osos, y venían de dar su diario paseo por el bosque mientras se enfriaba la leche.

Uno de los Osos era muy grande, y usaba sombrero, porque era el padre. Otro, era mediano y usaba cofia, porque era la madre. El otro, era un Osito pequeño y usaba gorrito: un gorrito pequeñín.

El Oso grande, gritó muy fuerte: -¡Alguien ha probado mi leche! El Oso mediano, gruñó un poco menos fuerte: -¡Alguien ha probado mi leche! El Osito pequeño dijo llorando con voz suave: se han tomado toda mi leche!

Los tres Osos se miraron unos a otros y no sabían que pensar.

Pero el Osito pequeño lloraba tanto, que su papa quiso distraerle. Para conseguirlo, le dijo que no hiciera caso, porque ahora iban a sentarse en las tres sillitas de color azul que tenían, una para cada uno.

Se levantaron de la mesa, y fueron a la salita donde estaban las sillas.

¿Qué ocurrió entonces?.
El Oso grande grito muy fuerte: -¡Alguien ha tocado mi silla! El Oso mediano gruñó un poco menos fuerte.. -¡Alguien ha tocado mi silla! El Osito pequeño dijo llorando con voz suave: se han sentado en mi silla y la han roto!
Siguieron buscando por la casa, y entraron en el cuarto de dormir. El Oso grande dijo: -¡Alguien se ha acostado en mi cama! El Oso mediano dijo: -¡Alguien se ha acostado en mi cama!

Al mirar la cama pequeñita, vieron en ella a Ricitos de Oro, y el Osito pequeño dijo:

-¡Alguien está durmiendo en mi cama!

Se despertó entonces la niña, y al ver a los tres Osos tan enfadados, se asustó tanto, que dio un brinco y salió de la cama.

Como estaba abierta una ventana de la casita, salto por ella Ricitos de Oro, y corrió sin parar por el bosque hasta que encontró el camino de su casa.


F I N

jueves, 14 de abril de 2011

MILLONARIO A LOS OCHO….

Ryan Ross cuando tenía tres años tuvo su primer negocio: vender huevos en el patio trasero de su hogar. Hoy, el niño que cuenta con 8 años de edad se encuentra metido en su cuarta em¬presa y ya tiene a su haber cerca de un millón de dólares.

“El primer paso fue tener 60 gallinas y vender una docena de huevos por tres dólares. Ganaba cerca de 15 dólares al día“, relata Ryan, quien habita en un pueblo cerca de Toronto, Cánada.

Luego de la empresa de huevos, Ryan quizo abrirse en el mercado y se lanzó a una nueva odisea: podar césped. El pequeño empresario cobraba a su clientela 20 dólares por la hora, pero como era muy bajo y joven para manipular una maquina podadora, contrató ni¬ños más grandes a quienes les pagaba 15 dólares la hora.
“Ganaba cinco dólares por ha¬cer nada“, señala su madre. “Hice lo mismo con mi siguiente empresa, una má¬quina de lavado profesional; le cobraba a mis clientes 200 dólares la hora y le pagaba a un tercero 100 dólares por hacer el trabajo. Y todas éstas fueron ideas mías“, indicó Ryan.

El muchacho se ha dedicado a invertir sus ganancias en bienes raíces. Hoy por hoy, es dueño de seis edificios en Ontario y British Columbia y de una gran fortuna personal. “Mis amigos en la escuela no pueden creer que yo sea un empresario”, dice. Pero las ambiciones de “Ricky Ricón” (en analogía por caricatura millonaria) van más allá de los bienes raíces, sino que también está interesado en los deportes. “Quiere comprar dos equipos de la liga nacional de hockey“, revela la madre de Ryan, Savannah. De hecho, ya esta en conversaciones con dos directivos de los equipos más importantes de Cánada. Todo un ejemplo de hijo.